Decía Freud que el hombre se ve atenazado por dos grandes fuerzas instintivas y opuestas, a las que dio el nombre de Eros y Thanatos. La primera simbolizaba la fuerza de Vida, el deseo, la atracción, la creación. Enfrente se encontraría irremediablemente de cara a Thanatos, o el instinto de muerte, de autodestrucción, de repulsión. Y así, navegando entre uno y otro tendría que encontrar el hombre su camino, eternamente a la deriva entre la Vida y la Muerte.
martes, febrero 15, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario